¡Openmind cumple diez años! Desde hace diez años estamos comprometidos con el intercambio cultural y educativo europeos. ¡Esa fue una buena razón para que le dijera esto a la «señora Europa» el pasado 2019! Por eso le envié a la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, una carta con reflexiones sobre la Unión Europea, nuestro programa de intercambios escolares y, sobre todo, nuestra gran voluntad de contribuir de alguna forma a la unión emocional entre los países europeos.  

Junto a la carta le mandé un calendario «artesanal» de Europa con fotos de nuestros/as estudiantes. Los/as participantes pensaron en lemas en favor de Europa que escribieron en una pizarra y luego fotografiamos. Nuestro objetivo consistía en mostrar que creemos en la idea europea, que nosotros y, sobre todo la generación más joven debemos luchar impasiblemente sin importar cuán abrupto sea el camino hacia la unidad.

La carta sigue a nuestro pesar aún sin contestar. Ni siquiera ha llegado un acuse de recibo o alguna respuesta estándar automática. Parece que el gobierno de Bruselas está ocupado. Era de esperar. 😉

Sin embargo, como lo importante para mí es que nuestro alegato a favor de Europa no pase desapercibido, queríamos publicar aquí la carta.

No olvidéis hacer vuestros comentarios. Bajo vuestra opinión, ¿cómo podría promoverse la relación emocional entre tantos países? ¿Qué importancia le dais al intercambio cultural entre los/as estudiantes? ¡Nos alegrará saber vuestra opinión!

La carta a la señora Presidenta von der Leyen llevaba el siguiente título: 
Una contribución desde el corazón para la unidad de Europa 

Estimada señora Presidenta von der Leyen:

Quisiera desearle una feliz navidad y todo lo mejor para 2020, mucho éxito y perseverancia para todos los desafíos que le esperan como Presidenta de la Comisión Europea. Su tarea es sin duda una de las más importantes que la política haya podido asignar en la actualidad. En una Europa cada vez más dividida y donde la idea original de comunidad amenaza con quedar relegada a un segundo plano, una persona con visión y poder de persuasión es más decisiva que nunca. 

El hecho de que la emoción reina por encima de la razón lo vivo a diario en mi patria adoptiva que es Barcelona (Cataluña). Sin embargo, he notado que profesionalmente este hecho también puede ser aprovechado.
Hace diez años, dejé Alemania y fundé en Barcelona la organización de intercambio escolar Openmind. Desde entonces, mi equipo y yo acompañamos a estudiantes alemanes en su mayoría, pero también de otros países europeos, durante su estancia escolar de varios meses en España.

Somos una organización pequeña; las emociones que movemos entre dos países europeos son de verdad maravillosas. Las amistades que se establecen de por vida entre las familias y los/as estudiantes de diferentes orígenes son nuestro pan de cada día.

Estoy convencida de que esto es exactamente lo que necesita Europa: ¡Una conexión emocional!

El interés no debe basarse únicamente en consideraciones económicas, sino que el factor humano debe pasar a un primer plano.

Mientras la mayoría de países permanezcan en el anonimato y únicamente se enseñaran los idiomas en la escuela (si es que se enseñan), Europa seguirá sintiéndose de forma abstracta.

Este año he iniciado una pequeña «acción en favor de Europa» con mis estudiantes. El resultado es un calendario hecho a mano que he querido hacerle llegar. En la primera página del calendario, mi colega española y yo apelamos a la unidad. Nuestro equipo multicultural vive la idea europea y tratamos de hacer todo lo posible para llevarla adelante cada día.

Estimada señora Presidenta von der Leyen, quiero que sepa que hay muchas personas que luchan por la unidad y el futuro de Europa; y al hacerlo, se dedican a los jóvenes. En particular, la generación más joven debe ser consciente de que no hay más alternativas que Europa, que hay que exigir un compromiso que la paz en este continente no hay que darla por hecho.

Le deseo todo lo mejor para el año que viene, sobre todo que consiga despertar la conciencia a la ciudadanía y suscitar emociones positivas.

¡Con mis mejores deseos desde Barcelona! Kristin Eberl